22/2/13

Entrevista a Javier Sierra


"El maestro Sierra" regresa con más enigmas artísticos

Javier Sierra acaba de publicar "El maestro del Prado", una novela tan excepcional y enigmática como lo son todas sus predecesoras. De gran repercusión y reconocimiento internacional, el escritor turolense es un apasionado por difundir lo oculto, lo mágico y lo sobrenatural que lleva inscrita la cultura. 

Con un gran trabajo de documentación tras de sí, "El maestro del Prado" es la esencia pura de ese demoninador común que contiene cada uno de sus trabajos: atrapar y guíar al lector hacía otros mundos. Y es que, al igual que el enigmático personaje que un joven Sierra conoció en las galerías del Museo del Prado, el autor nos plantea argumentaciones sobre esos misterios de escaso protagonismo en  las versiones más formales del arte y de la historia, con el objetivo de que sea el lector, una vez conocidos los diferentes puntos de vista, el que decida creer o no creer en ello.

Hace 10 años leí "La cena secreta", y a continuación acudí a las fuentes - a muchas - y decidí abrir mi mente y comenzar a conocer lo desconocido. Hace unas horas tuve la suerte de entrevistarle y comprobar de cerca que la pasión y entrega que podemos percibir al leer sus novelas es igual de electrizante y emocionante cuando lo tienes de cerca y comparte contigo esas misteriosas claves que encierra, en este caso, "El maestro del Prado". Abran sus ojos y disfruten de la grandeza de Javier Sierra.


¿Cómo  resume Javier Sierra en pocas palabras su último libro "El maestro del prado"?
Yo diría que es una novela puerta, que te enseña a utilizar el arte como vía de acceso a los mundos sutiles, que es al fin y al cabo para lo que se enseñó el arte, para hacer visible lo invisible.

Esta ficción parte de cinco citas con un enigmático maestro del Prado, ¿Qué sensación le produce rememorar a este misterioso personaje? ¿Por qué escribir sobre ello ahora y no antes?
Las historias maduran y en este caso yo he ido madurando las cosas que aprendí con aquel maestro frente a algunos de los cuadros del museo del Prado. Sin ser muy consciente de ello, estas enseñanzas terminaron influyéndome en alguna de mis novelas, especialmente en "La dama azul", "Las puertas templarias" y en "La cena secreta", pero yo lo olvidé. Fue cuando me puse a escribir un proyecto sobre las pinturas del Prado, cuando encontré mis notas del año 90, de aquel encuentro con este hombre del que nunca supe su verdadero nombre. El que yo le pongo en la novela es un nombre construido, pero de alguna manera cuando iba escribiendo este libro, me iba dando cuenta que era un mensaje en una botella, como un aviso para que este hombre, si llega a tocar el libro, se presente y me salude... quién sabe.

Carlos V y Felipe II pasaron su últimos días de una manera similar en la que una pieza de arte cobró gran protagonismo en sendos finales. Mientras que para el padre, "La Gloria" de Tiziano fue el lienzo ante el cual exhaló su último suspiro, para el hijo "El jardín de las delicias" de El Bosco se convirtió en una de las pinturas más extrañas de su lecho de muerte, ¿por qué estos hechos tan similares y tan enigmáticos al mismo modo? 
Felipe II intentó imitar lo máximo posible a su padre. De hecho fue siempre el listón que él intentó superar sin  conseguirlo nunca, y el listón final resultó ser este momento de la meditatio mortis, del apartarse del mundanal ruido para preparar su ruta hacia el más allá... De hecho, ligándolo con la actualidad, es lo que ha pasado con Benedicto XVI, que ha hecho lo mismo que Carlos V, y al escucharlo, lo primero que me vino a la cabeza fue "La Gloria" de Tiziano. Su renuncia a todos los privilegios terrenales para retirarse a un convento de clausura en el que orar, y aunque no lo ha dicho, es para preparar su viaje al más allá. Es un hombre consciente de ello.

¿Cree que es casual la ubicación de "La Gloria" de Tiziano en el museo del Prado?
Evidentemente no es una ubicación casual. Es una ubicación muy pensada por los observadores del museo. Piensa que "La Gloria" de Tiziano está colgada frente a otro cuadro, también de Tiziano, que es "Alegoría de Lepanto", en el que se ve a Felipe II en una situación con cierta concomitancia con "La Gloria". Muestra a Felipe II levantando a su hijo primogénito hacia un cielo que se abre, del que desciende un ángel, como creciéndole en sacrificio al más allá. Estos dos cuadros que se miran, algo que han hecho los observadores deliberadamente, pero que el público desconoce. Esta en una sala justo a las puertas de la gran galería y el instinto del visitante es pasar esta salita rápidamente y adentrarse a ver grandes obras conocidas. Yo lo que pido con este libro, es que se detengan y miren estos cuadros.

"El jardín de las delicias" de El Bosco (1500-1505). Museo del Prado, Madrid.
La secta de los adamitas tiene una estrecha relación con "El jardín de las delicias" de El Bosco, el insistente encargo de Felipe II. ¿Qué crees que sabía en realidad Felipe II sobre la historia que encierra este cuadro?
Pues no lo sabemos. No hay ningún escrito, ningún documento en el que Felipe II se pronuncie al respecto de la "Pintura sobre la variedad del mundo", que es el nombre que recibía entonces el tríptico. Dado que Felipe II fue el principal coleccionista del mundo de obras heréticas, de textos prohibidos por la iglesia, tuvo amistad con grandes heterodoxos de aquél tiempo..., no hay nada descabellado en pensar que alguna de estas amistades o lecturas que el tuvo, le pudieran haber puesto sobre la pista real del significado de "El jardín de las delicias". De alguna forma, el mensaje último de este cuadro es muy positivo. Aboga por un hombre nuevo, superior.. de una humanidad que transciende al pecado y a la corrupción de la carne y vuelve a entrar por derecho propio en el paraíso terrenal, que es a lo que aspiraba Felipe II. Yo sí creo entonces que Felipe II sabía lo que estaba contemplando.

¿Cómo lee entonces Javier Sierra esta misteriosa y espectacular "herramienta"?
Yo al contrario que el resto de la humanidad. Todo el mundo empieza la lectura en el panel de la izquierda, que es el sentido de nuestra escritura. Primero con el panel del paraíso, o de lo que aparentemente es la creación de Adán y Eva, luego el panel central con la  multiplicación de los hijos de Adán y Eva y la corrupción de la carne, y por último el panel del aviso que si seguimos con esa corrupción llegaremos al infierno. Yo lo leo como los judíos, arrancando en el infierno, que según los adamitas, la secta a la que pertenecía El Bosco, es el momento presente, nosotros vivimos en el infierno y desde luego no les faltaba razón. Refleja un mundo que vive en oscuridad, en un jardín que carece de naturaleza, todo está lleno de máquinas y de cosas artificiales. Luego pasaría al panel central, que no sería la corrupción de la carne, sino la mejora de la carne. Los personajes están desnudos, se han desprendido de lo artificial, danzando y buscando su camino. Por último, llegaría al panel de la izquierda que sería el final, el destino de esta humanidad que busca su purificación. Son la pareja perfecta, pero no con Dios, sino con Jesucristo porque ese personaje es muy joven. Dios aparece en las puertas exteriores del jardín representado como un anciano con una triple corona.

Amadeo de Portugal y su Apocalypsis Nova han sido y son un elemento incómodo para la iglesia, ya que si hacemos caso a este manuscrito la virgen María y Juan Bautista serían los verdaderos protagonistas del cristianismo ¿no?
Sí, es una idea muy particular que tiene Amadeo de Portugal, el hermano de Santa Beatriz de Silva. El piensa que estos dos personajes son las claves del cristianismo, porque uno da a luz a Jesús, y el otro es quién lo bautiza colocándose en una situación de superioridad respecto a Jesús, el cual sería un importante, mágico para la redención de la humanidad, pero no el primero ni el imprescindible. Esto, visto desde nuestra perspectiva en el siglo XXI, tiene una importancia relativa porque sabemos que nos estamos manejando con símbolos. Pero cuando Amadeo lo escribe, en los inicios del renacimiento, es una idea muy peligrosa, muy herética, porque el dogma no permite poner a nadie por encima de Jesucristo, y sin embargo éste lo hace. Lo sorprendente es la influencia que tuvo en el arte, sobretodo a partir de Da Vinci, el cual pinta a finales del siglo XV, y de acuerdo a lo que el Apocalypsis Nova recoge, "La virgen de las rocas" para la iglesia donde murió Amadeo de Portugal. A partir de aquí, esta enseñanza se contagió.

La explicación sobre las dos versiones de “La virgen de las rocas" hace que nuevamente Da Vinci cobre protagonismo en su nueva novela. ¿Caerá otro libro sobre la figura de Leonardo?¿Cree que llegaremos a conocer alguna vez a este gran maestro del Renacimiento?
Es probable que aparezca en algunos de mis próximos libros aunque no como protagonista central, al cual ya le dedique "La cena secreto". Pero quién sabe. Es un personaje tan poliédrico, que ha influido en tanta gente, que seguro que me va a saltar en alguna página.

El Santo Grial que aparece inmortalizado en “La última cena” de Juan de Juanes, ¿cree que en realidad sigue existiendo y está en Valencia?
No sabemos dónde está, pero hay dos cosas importantes a saber. Una, es que el cristianismo sólo se preocupa del grial a partir del siglo XII, por lo que existen 1200 años de ausencia sobre esta reliquia. La segunda cosa es que tenemos una idea muy mediatizada sobre lo que es el santo grial. Es un "mito arturico" que surge en la esfera literaria en torno al 1100. Antes de surgir esto, existía un relato sobre una copa que está en España desde el siglo IV gracias a San Lorezo. Una copa que se conserva y pintó Juan de Juanes, pero también es la copa con  la que los dos últimos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI, han oficiado misa cuando han estado en España. El Vaticano a jugado a no apoyar esta teoría descaradamente, pero sí a impulsarla.

"La pintura construye nuestra realidad"

Algunos cuadros tienen algo enigmático, incluso son muchos los que están ligados con misteriosos secretos, ¿es cosa de los propios pintores o tiene más que ver con el poder que desprende los propias obras?
Es de ambas. Los pintores sabían muy bien lo que estaban pintando. Pertenecían a una élite intelectual de su tiempo para la que los evangelios y las explicaciones de los altares eran insuficientes, en la que algunos de ellos decidieron explorar por otras vías. Son los pintores los que se inventan que los reyes magos son tres o que hay un rey negro. Esto ocurre desde el final de la edad media a los primeros compases del renacimiento, donde hay mucha demanda de pintura religiosa, y de repente para simbolizar la grandeza del mundo y de como todas las razas se postraron ante Jesús, se inventan lo del rey negro. Antes nunca había existido tal referencia, e incluso ni en los evangelios se señala que sean tres reyes magos, simplemente hablan de magos. Es una historia interesante. La pintura construye nuestra realidad y eso me parece una gran lección.

¿Cuánto tiempo ha dedicado a la creación de esta novela?
Es una libro, que como todos los míos, no tiene un periodo fijo de construcción. Se va cocinando en la trastienda durante mucho tiempo. Ahora mismo tengo abiertos tres proyectos en mi mesa de trabajo. No sé cual saldrá primero. Uno de ellos lo arrastro desde hace seis años. El proceso de maduración es lento. Los primeros mimbres del "El maestro del Prado" vienen de hace diez años. Osea que esta cosas tardan.

"Una historia contada con las claves literarias es una historia inmortal"

Es un gran apasionado del misterio. Si pudiera elegir un enigma para investigar libremente y esclarecerlo, ¿Con cuál se quedaría?. ¿Se adentraría en los misterios de la cultura e historia de China? 
No de China. Es una cultura que me supera, casi de otro planeta. Sus referencias son distintas. Ha influido mucho en nosotros, pero es un universo dentro del cuál me costaría manejarme. Ahora bien, si tuviera que elegir, uno de los que más me atrae es uno muy reciente que es el de la carrera espacial. Todo lo que tiene que ver con la carrera espacial me fascina. Desde las primeras pruebas con bombas volantes V2 alemanas hasta la jubilación del transbordador espacial. Todo este arco de tiempo me parece un nicho de historias increíble no contadas.

¿Cuál sería de sus novelas, algo así, como su ojito derecho?
No hay ojito derecho pero siembre se le tiene más cariño a la primera, a "La dama azul". Fue la historia que me convirtió en escritor de novela y es la que me descubre que una historia contada con las claves literarias es una historia inmortal. Mientras que una historia contada con las claves del reportero es una historia que tiene fecha de caducidad, y a mi la inmortalidad siempre me ha obsesionado. 

"Abre los ojos. Mira al mundo sin prejuicios. Acude siempre a las fuentes y decide después por ti mismo dónde está la verdad. Ésa es la grandeza del camino que te propongo"
Luis Fovel, el maestro del Prado

¿Ve  alguna de sus novelas llevadas a la pantalla? ¿Le gustaría?
Veo varias. Creo que "La cena secreta" tiene potencial para ser llevada a la gran pantalla. Ahora hay un proyecto de serie de coproducción europea que si progresa nos va a dar una sorpresa. La otra que es muy cinematográfica, y de echo está escrita como en secuencias de cine, es "El ángel perdido", una novela muy trepidante.

Todo lo que plantea en la novela no hace más que despertar al lector muchas más preguntas. ¿Sus lectores le suplican que ejerza de maestro y les solvente esas nuevas dudas?¿Alguno de sus lectores le ha llegado a ayudar en la documentación y proceso creativo, le proponer historias…?
Todos los días recibo preguntas de los lectores a través de redes sociales, cartas a la editorial... y me parece muy bien porque el propósito último de mis libros es hacer trabajar la mente del lector, que se involucre en lo que está leyendo. No quiero lectores, quiero cómplices, quiero compañeros de viaje. Por eso en todas mis novelas hay una parte final en la que se recoge todo lo que es verdad, lo que es fruto de la imaginación y las fuentes, para que así, todo el que lo desee, pueda continuar la aventura en la vida real. Me he encontrado, siendo uno de los grandes premios recibidos, que al regresar a los escenarios de mis novelas, lugares que siguen interesándome, me he encontrado a lectores con mi libro debajo del brazo buscando las claves que yo he dado en las novelas, y eso me parece tremendo. Es justo lo que le pido a un libro, que me sacuda y me haga adentrarme en la vida de verdad.

Claro, actúa así como el maestro Fovel cuando cita "Abre los ojos. Mira al mundo sin prejuicios. Acude siempre a las fuentes y decide después por ti mismo dónde está la verdad. Ésa es la grandeza del camino que te propongo". 
Eso eso. Ahora las fuentes están más accesibles que nunca en la historia. Un lector del siglo XIX no tenía la capacidad de viajar y consultar que tenemos nosotros. Luego, los libros del futuro son libros participativos que se imbrican en nuestro pensamiento y nos hacen saltar a la realidad.


Ahora, ¿qué siente cada vez que vuelve a visitar el Prado y contempla “La Gloria”, “La perla” o  “El jardín de las delicias? 
Siento la íntima satisfacción de haber subrayado esos cuadros para muchos visitantes del museo. Piensa que en "El maestro de Prado" no aparecen "Las Meninas", o las majas de "Goya"... Las grandes pinturas icónicas del museo no están, son otras. Son las que tienen ese espíritu especial, las que de alguna manera están relacionadas con el origen del arte, inventado hace 40.000 años en las cavernas con un propósito mágico. Los chamanes no dibujaban bisontes, sino almas de bisontes. Trataban de comunicarse con lo mágico, lo invisible. Pues en el museo del Prado hay artistas colgados que tienen este mismo espíritu, y esas son las que yo he incluido en el libro. No encontraba ese tipo de transcendencia en las majas de Goya, aunque lo encuentro en las pinturas negras que quizás en una siguiente entrega aparezcan. Así que yo creo que "El maestro del Prado" es el inicio de una larga aventura.

Entrevista publicada en Cover Set