11/11/15

Entrevista a la directora de cine Isabel Coixet.

"En el guion vi un trozo de la historia de la humanidad contada desde el punto de vista de las que nunca salen, de las mujeres"

Un paisaje tan bello como gélido, unas protagonistas tan impresionantes como viscerales y un retrato tan íntimo como impactante enmarca "Nadie quiere la noche", cinta que nos presenta su directora. 


     Madrid, "una tarde de invierno YA en el Hotel de las letras". Así se refiere Isabel Coixet a este encuentro en la dedicatoria que serigrafía en un estupendo libro sobre su cine que firma una compañera. Es cierto lo de su timidez, pero también lo de su accesibilidad y amabilidad. Coincidiendo con la promoción de su última película, "Nadie quiere la noche", nos atiende en la recta final de un intenso día que terminará tras nuestro encuentro con la presentación de este último trabajo en una proyección en los Cines Paz. Aunque estamos en un escenario cálido y tranquilo, fuera el frío enmarca casi a modo de elemento marketiniano esta jornada de promoción de una cinta desarrollada en una gélida atmósfera, un título que tras abrir la 65ª Berlinale llega esta semana a nuestros cines. 

Repasando la filmografía de Coixet podemos observar como se trata de una creadora absolutamente activa. Últimamente parece ir de un proyecto a otro, de producción tras producción, pero tal y como apunta la directora: "¿sabes que pasa? que este año se han juntado dos estrenos, pero lo cierto es que son proyectos que han llevado muchísimos años. "Aprendiendo a conducir", desde que empezamos a germinar la idea hasta que salió a la luz, llevó nueve años. De esta película ahora hace cinco años que Miguel Barros, el autor del guion, me pasó el guion. Osea que sí, soy una persona activa, pero no tan hiperactiva".

Isabel señala que la autoría a cargo de Miguel Barros y lo que le entusiasmó leer el guion fue lo que le hizo involucrase en este proyecto: "Él me contaba el guion, me contaba la historia y me parecía algo que me quedaba muy lejos, pero la verdad es que Miguel insistió muchísimo y cuando leí el guion, primero vi que era fascinante, vi una escritura fantástica. Creo que Miguel Barros escribe muy bien. También vi un trozo de la historia de la humanidad contada desde el punto de vista de las que nunca salen, de las mujeres. Esto me enganchó, me pareció fascinante, me gustó mucho". Y "Nadie quiere la noche" es la historia de un viaje épico basada en personajes reales, los Peary, pero contada a través de unos hechos ficcionizados, concretamente a través del retrato de dos mujeres, de Josephine y Allaka, de la intimidad e impactante realidad que les toca vivir en las extremas circunstancias en las que se ven aisladas: "Sí, yo creo que el guion tiene un quiebro muy interesante que empieza como tú señalas, como una aventura épica, aunque luego hay un momento dado que es otra cosa. Me gustó eso y fue una de las cosas que realmente más me enganchó", destaca la directora.

"Son actores con un nivel de disciplina y profesionalismo increíble"
apunta sobre Juliette, Rinko y Gabriel la directora

¿Y es esta película la más ambiciosa de su carrera? Pues sonriendo de manera cómplice, Coixet comparte esa opinión que tantos otros señalan, que los tiempos que corren son difíciles para hacer cine: "Creo que ahora todas las películas son tan difíciles de hacer, todas diría que son ambiciosas. Lo que sí es cierto es que esta es la más difícil que he hecho en mi vida. He tenido que aprender cosas que no sabía, he tenido que estudiar una época que aunque yo soy licenciada en historia no era mi especialidad, he tenido que aprender cosas de la cultura inuit que tampoco conocía... Sin embargo, todas estas cosas me ha gustado hacerlo, es estimulante hacer cosas que no has hecho antes, como mezclar exteriores con estudio. Yo había rodado muy poco en estudio y me aterraba la idea de unos exteriores tan duros, como los que teníamos, y luego ver como quedarían con esos rodados en estudio", comenta.

Y esos exteriores que apunta son sin lugar a dudas una de las cosas más impresionantes y bellas de la película. La ardua tarea de la búsqueda de esas localizaciones es algo sobre lo que la directora señala que les llevó varios viajes, sobretodo a Noruega: "Hicimos muchos viajes por Noruega y su zona norte, pero sobretodo a países donde pudiéramos también alquilar cámaras y equipo, porque llevarlo desde aquí era también otra movida. Al final el más práctico, que además tenía un glaciar a unos 50 kilómetros de donde podíamos acampar era este sitio, Finse, en Noruega". 

El frío no es solo un elemento ambiente de la película, sino también un compañero más que les llevó a rodar bajo temperaturas de lo más gélidas, algo que les complicó el rodaje: "Tuvimos varias escenas complicadas. Hubo una que teníamos que cruzar un lago helado de lado a lado y ese día Gabriel estaba estirado en el trineo, pero toda la nieve y hielo que tiene en la barba no es falso, es de verdad. Ese día además él tenía unos 40 de fiebre, estaba que no se podía mover, estaba hecho polvo. Yo me sentía culpable por hacerle estar ahí, pensaba que qué estaba haciendo, que iba a matar a este hombre..." comparte amenamente Isabel. Sobre Juliette, Rinko y Gabriel señala que "son actores con un nivel de disciplina y profesionalismo increíble. En ningún momento nadie se quejó. Yo sí porque no había café y sin café no puedo trabajar". Reímos. 


Con el guion y el proyecto en marcha, sus protagonista fueron las primeras opciones que barajó la directora de "Nadie quiere la noche": "Desde el principio vi a Rinko, que ya la conocía bien al haber trabajado con ella, sabía lo que ella era capaz, y desde el principio vi a Juliette, que aunque no había trabajo con ella cualquier persona que la ha visto en sus películas sabe de lo que es capaz. Es una mujer absolutamente inspiradora, una guerrera total, muy trabajadora, disciplinada, estimulante, no se conforma nunca con lo primero y se convierte en un gustazo trabajar con ella", afirma Isabel.

Impresionantes interpretaciones que deja ver un gran trabajo por sendas partes a la hora de esa búsqueda del personaje previa al rodaje.  No obstante, la directora apunta que "el trabajo más difícil fue encontrar la continuidad". Explica que "entre que rodábamos todos los exteriores en unas condiciones muy duras, con cinco, diez o veinticinco grados bajo cero, y luego que ese estado continuara en el trabajo en el estudio. Que el frío y la decadencia física de la amenaza de la naturaleza continuará de un escenario a otro era difícil, pero a la vez todos sabíamos cual era el objetivo y para mí era muy importante no perder esa tensión del frío".

"Hay un mundo ahí fuera que prefiere cosas más fáciles, no quieren películas que sean un desafío"

El vestuario de "Nadie quiere la noche" también es digno de mención. Por ello, dejamos a la curiosidad preguntar sobre si pesaba tanto como parece el abrigazo que lleva Juliette Binoche. Sonriendo comenta "ese abrigo pesaba una tonelada. Yo una vez me lo puse por encima y flipé. Es un abrigo de astracán que pesaba tranquilamente unos veinte kilos, era algo con lo que costaba caminar por la nieve y Juliette se lo ponía y estaba más tiesa que ocho con el. Yo alucinaba". Añade a propósito de este atuendo tan característico que viste la señora Peary que "había algo también en la vanidad de ese personaje, de esa soberbia y ambición, del egocentrismo, que unido al abrigo le alimentaba". 

Con todos los trabajos con los que cuenta tu filmografía, con todos los premios que ha obtenido, la incertidumbre sobre cómo va a ser acogido cada nuevo trabajo es algo que para Isabel tiene algo de sufrimiento: "Al igual que cualquier director, sobretodo si es una película que ha costado tanto esfuerzo por tantas partes, un esfuerzo financiero por los productores, un esfuerzo físico por los actores y el equipo, queda resumido en esa oportunidad de llegar al cine, algo cada vez más pequeño. Ya que se haga es un milagro, que se estrene es otro, que luego la gente vaya a verla es otro... Pero hay un momento que aunque uno no quiera siempre te sientes a la expectativa, a un paso de la frustración porque piensas que hay un mundo ahí fuera que prefiere cosas más fáciles, no quieren películas que sean un desafío, películas que a primeras piensan que no las van a entender... aunque se entiende clarísimo y no hay que pensar mucho", argumenta la directora de "Nadie quiere la noche". Expone también que "cuando una película se sale un poco de la fórmula sabes que no es lo que le va a gustar a todo el mundo, y sufres. Yo confieso que sufro y lo paso mal, que el día de antes estaré histérica y el día del estreno no querré saber cuantas gente a ido, que el lunes estaré hundida. Lo sé y lo asumo, la vida es así y qué le vamos a hacer".

De su cine en concreto al cine español en general apuntamos el cambio en las producciones de nuestro país, de cómo podríamos decir que ello ha contribuido a que nuestro cine se desligue de la pesarosa etiqueta que arrastra. No obstante, el último taquillazo español que arrasó el pasado fin de semana es un hecho que responde a que el verdadero interés de los espectadores es la apuesta por el entretenimiento fácil, ligero, sencillo y absolutamente made in Spain, ¿hipocresía? : "Tiene que haber de todo. En todas las cinematografías hay películas así, de este tipo, como la de "Ocho apellidos catalanes", que luego vemos que es lo que la gente quiere. Pero que eso sea lo que la gente quiere no quiere decir que eso sea lo que yo tengo que dar. Yo voy a hacer películas para personas que no se sientan en el cine a esperar chistes, porque ya hay muchos chistes por internet y no hace falta ir al cine para que te los cuenten", señala divertida. "Si quieres una aventura diferente, física y que sale del interior de unos personajes, pues ve a ver esta película. Si quieres chistes, pues no".

Cine intimista y las mujeres en el cine

     El cine de Isabel Coixet se caracteriza por ser un cine intimista, por su necesidad de entender lo más pequeño, lo más íntimo, el protagonista de sus historias. Un sello que se puede ver repasando su filmografía. Al revisar sus películas, es crítica, y en determinados casos comenta que sí que abría cambiado alguna cosa "pero quizás sólo referido a alguna cosa técnica, a momentos que habría cortado o a otros que habría ampliado".  

"Million Dollar Baby" fue uno de los films que podría haber firmado la realizadora catalana, pero ella no se arrepiente de haber dicho que no, ni por este ni otros guiones que han pasado por sus manos: "No me arrepiento de haberlos rechazado porque aunque fueran proyectos golosos o interesantes no son proyectos que yo habría hecho bien. Soy bastante consecuente", explica con sinceridad la directora.  

"Hasta el terrorismo es machista"

     Ese mismo día se conocían las tristes cifras que recogía su productora, Miss Wasabi Films, sobre la participación femenina en las producciones cinematográficas españolas del último año. Sólo un 8% de las cintas habían sigo dirigidas por mujeres y sólo el 20% de tareas de producción y guion habían contado con féminas.  Como creadora y como mujer, Isabel Coixet apunta que esta situación es algo general: "Como decía John Lennon: "La mujer es el negro del mundo", y bueno ¿ha cambiado un poco? Pues un poco, pero poco. Se unen las cifras de violencia doméstica, la falta de mujeres en el poder, a que nosotras también somos nuestras peores enemigas, así que tendremos que dejar de serlo y empezar a quejarnos más, a hacer más y hablar menos, a actuar más y a sentir que tenemos derecho a nuestro sitio y no pedir disculpas todo el rato. Pero también tenemos que hacer un curro nosotras, exigirlo con tranquilidad, humor y todo lo que sea, pero es que esto no puedo ser, este mundo no va bien así". Un mundo todavía muy machista sobre el que menciona que "hasta el terrorismo es machista. Todo. Es algo que está en todos los sectores del mundo".


     Hablamos de cine y también del nuevo cine, del cine para televisión como puede referirse a las nuevas ficciones que tienen en vilo a medio mundo. "Soy seguidora de algunas series, pero no tengo esta cosa de que todas las series son buenas. Hay algunas que me aburren. Pienso que a veces la gente se cuelga de cosas que no me interesan, y hablo de series que me gustan, pero no soy una persona que  tenga rollo adictivo. Puedo ver una serie que está bien, pero ver tres o cuatro capítulos, no necesito ver los doce, ni las cuatro temporadas, ni tener el póster o la taza. A mí no me hace falta", comenta de manera distendida. 

    Cineasta, productora, publicista y licenciada en Historia Contemporánea, también podemos encontrar entre su trayectoria que fue redactora de la revista Fotogramas. Entre las entrevistas que realizó para esta publicación tuvo una bastante anecdótica con Mel Gibson, con quien la cosa podría haber acabado fatal: "Fue en Barcelona. Estaba con George Miller, el director de "Mad Max" (1981), y les llevé a ver los sitios que querían ver. Fuimos a la Sagrada Familia y allí empezamos a hablar de catolicismo, de Dios, del aborto... y bueno, él era un tipo muy religioso, en ese momento tenía seis hijos, y me pareció una persona muy tensa con muchos problemas de temperamento. Me pareció que se le iba la olla mucho. Tenía un mal humor, que lo mismo es que yo le pillé así ese día (ríe). Vale, no, luego he visto que no, que el tipo continúo y tiene muchos conflictos con el mundo cuando de repente se emborracha y dice cosas antisemíticas, pero claro, luego dicen que no lo son. Yo me emborracho y no se me ocurre decir estas cosas, puedo decir burradas pero usar esta excusa de que el alcohol puede sacar lo peor de ti mismo para justificarte... ¡Llegué a la redacción con un disgusto!", explica Isabel haciéndonos reír. 

Un nuevo largometraje, el documental "Querido John" y "Spain in a day", la primera película hecha por millones de españoles para capturar 24 horas en la vida de nuestro país, son algunos de los "proyectos muy a largo plazo" en los que está trabajando. Y sobre la propuesta de retratar la vida real,  proyecto basado en el exitoso "Life in a day" de Ridley Scott, Coixet apunta que "es muy bonito. Es muy interesante, pero hasta que acabemos de ver todos los vídeos pasaran un par de meses, luego otros seis meses de montaje y a ver que sale". Este film tiene previsto estrenarse en el próximo Festival de San Sebastián. 

En definitiva, lo importante es lo importante: hoy llega a los cines "Nadie quiere la noche", una historia de amor, de un amor tan puro como la nieve que reina este punto alto donde la adversa climatología convierte la inmensidad de su paisaje en un temor profundo y vacío cuando cae una noche de seis meses. Cuando no queda más que oscuridad las dos mujeres protagonistas de este íntimo retrato lucharán por sobrevivir y por amar, una necesidad que mueve una trama que invita a reflexionar sobre el salvajismo de la civilización, sobre la desbastada incultura. Y es que, como apuntaba Ann en "Cosas que nunca te dije", “La felicidad es injusta.”.