UNA HISTORIA SIMPLE, EMOTIVA Y PRECIOSA PINTADA DE VERDE ESPERANZA
"La bicicleta verde" no sólo está firmada por una mujer, Haifaa Al Mansour, sino que además es la primera película Arabia Saudita. Una historia simple, emotiva y preciosa protagonizada por Wadjda, una revolucionaria niña que diez años, que se ha convertido en un exitoso ejemplo de cine independiente en Francia.
"La voz de una mujer es su desnudez", una afirmación que muchas mujeres de Oriente aceptan como tal, sin más disposición que aprobarla de manera incuestionable. Pero poco a poco la sociedad va cambiando, y hasta los lugares más detenidos en el tiempo comienzan a deslumbrar un haz de luz esperanzador en pos de un desarrollo y avance social. En uno de esos lugares, en Riad, la capital de Arabia Saudí, transcurre la historia de Wadjda, una chica de 10 años que vive en los suburbios de esta ciudad que convive de manera arraigada con las costumbres árabes más ancestrales.
Aunque la pequeña vive en este mundo conservador, Wadjda es divertida, emprendedora y siempre llega al límite entre lo que puede hacer y lo prohibido. Tras una pelea con su amigo Abdullah, un vecino con el que no debería jugar, Wadjda ve una bonita bicicleta verde en venta. Quiere desesperadamente la bicicleta para poder ganar a Abdullah en una carrera, sin embargo, la madre de Wadjda no se lo permite por temor a una sociedad que ve las bicicletas como un peligro para la dignidad de una chica.
"La voz de una mujer es su desnudez", una afirmación que muchas mujeres de Oriente aceptan como tal, sin más disposición que aprobarla de manera incuestionable. Pero poco a poco la sociedad va cambiando, y hasta los lugares más detenidos en el tiempo comienzan a deslumbrar un haz de luz esperanzador en pos de un desarrollo y avance social. En uno de esos lugares, en Riad, la capital de Arabia Saudí, transcurre la historia de Wadjda, una chica de 10 años que vive en los suburbios de esta ciudad que convive de manera arraigada con las costumbres árabes más ancestrales.
Aunque la pequeña vive en este mundo conservador, Wadjda es divertida, emprendedora y siempre llega al límite entre lo que puede hacer y lo prohibido. Tras una pelea con su amigo Abdullah, un vecino con el que no debería jugar, Wadjda ve una bonita bicicleta verde en venta. Quiere desesperadamente la bicicleta para poder ganar a Abdullah en una carrera, sin embargo, la madre de Wadjda no se lo permite por temor a una sociedad que ve las bicicletas como un peligro para la dignidad de una chica.
Un emotiva historia de valores que su directora, Haifaa Al Mansour, retrata con una preciosidad y una maestría espectacular, que hacen de ella el primer ejemplo cinematográfico made in Arabia Saidí. "La bicicleta verde" parece recordar al cine de Nadine Labaki, un cine de mujeres de carácter revolucionario dentro de las tradicionales sociedades en las que conviven, suponiendo una coyuntura dentro de los valores y costumbres que una mujer debería desempeñar como mandato suscrito en el Corán. Valores como la amistad, representada es la bonita relación que mantiene Wadjda con Abdullah, y la perseverancia, actitud con la que la protagonista consigue ganar un concurso en el colegio con el objetivo de hacerse con el dinero para comprar esa bicicleta que tanto ansía tener. Por su parte, los valores religiosos se exponen de tal forma que muestran como Wadjda se mueve en contra de esta marea que sigue dejando a la deriva a la mujer, aunque sin perder el respeto a esta cultura, "La bicicleta verde" es sin duda un viaje de reconocimiento del papel de la mujer en un mundo habituado a ser de hombres.
La cinta participó en la pasada edición del Festival de Venecia donde obtuvo el Premio Cinema Avvenire, y se ha convertido en todo un fenómeno de cine independiente en Francia tras lograr más de 450.000 espectadores.