Este viernes 7 de junio llega a los cines “15 años y un día”, el último film de Gracia Querejeta. Ganadora del premio a la mejor película en el Festival de cine español de Málaga, Maribel Verdú, Tito Valverde, Arón Piper y Belén López protagonizan este drama con cierto suspense pero de gran naturalidad y belleza paisajista que supone el debut cinematográfico del joven Arón.
Llega a los cines habiendo ganado el premio a mejor película en la pasada edición del Festival de cine español de Málaga, en el que además se hizo con el premio al mejor guión, a la mejor Banda Sonora y el premio especial del jurado de la Crítica FNAC. Naturalidad, una fotografía preciosa y el debut cinematográfico del joven protagonista son los elementos sobre los que una de las más famosas directoras españolas sustenta esta emotiva historia... y es que, ¿cuándo es fácil para una madre aceptar que sus hijos han dejado de ser tan niños?
Para su último film, Gracia Querejeta (“Siete mesas de billar francés”) ha contado de nuevo con Maribel Verdú, está vez como la madre de un adolescente conflictivo, que se va a vivir una temporada con su abuelo. “Quince años y un día” es un guión, escrito por la propia directora y Antonio Santos Mercero, cuyo resultado es este drama aderezado con una pequeña dosis de suspense y cargada un humor sarcástico lleno de naturalidad. Si bien los tres focos de la historia son madre, hijo y abuelo, la inspectora de policía (Belén López), vinculada de una u otra forma con los tres, contribuye a ensalzar la importancia y el poder de las relaciones personales y familiares para ser feliz.
Rodada el pasado verano entre San Sebastián y Alicante, “15 Años Y Un Día” narra la relación entre un adolescente conflictivo y su abuelo Max (Tito Valverde), un militar retirado que vive en un pueblo de la Costa de la Luz. Cuando Jon (Arón Piper) es expulsado del colegio, Margo (Maribel Verdú), su madre, decide enviarlo lejos para que Max lo meta en cintura. No le será fácil. A Jon le gusta bordear el peligro, y el ex militar es un hombre de costumbres que se ha asentado en un punto muy cómodo de la vida. Los dos se enfrentarán a sus limitaciones y a sus miedos.
A pesar de lo dicho, lo hecho y las corazas, el amor baña la atmósfera de la última cinta de Querejeta. Dedicada a su padre, la directora madrileña nos hace testigos de cómo las armaduras obstaculizan las relaciones, siendo estás el elixir necesario para afrontar el día a día. De cómo Max antepuso su forma de pensar tras 40 años de rutina, y de cómo sin señalar un “por qué” decide romper con su vida matrimonial y familiar una mañana, o de cómo Margo evita señalar recuerdos e imágenes de su marido a su hijo para mantener viva una imagen que diferiría de los hechos ocurridos. En general, de cómo ocultar el dolor bajo una protección que obvia las palabras.
Querejeta nos retrata a través de la relación nieto-abuelo una historia de amistad y familia con personajes que aparentan una dureza emocional y una actitud ante la vida que difieren de su yo más intrínseco. Si bien el conjunto de los personajes agradan y convencen, es el pequeño Jon, interpretado por el actor Arón Piper, quién bajo mención especial cabe señalar que sobresale y sorprende, divierte y emociona. Siendo en su totalidad una historia con una garra y destreza cargada de naturalidad, Tito Valverde y Maribel Verdú no sólo son los nombres más atractivos de esta película sino que además dejan constancia de su innata capacidad interpretativa. Dos personajes con coraza, de los cuales cabe destacar que Valverde lleva todo el peso de la investigación por el afán por la veracidad de su personaje, y que Verdú transmite una dulzura y naturalidad maternal con tanta excepcionalidad como la escena protagonizada ella sola y que es la más dramática de este film. Rodada en plano secuencia no es sino un hándicap a favor de la gran profesionalidad y la sensacional destreza de Maribel delante de una cámara.
“15 años y un día” llega este viernes 7 de junio a los cines de nuestro país de la mano de Universal Pictures International Spain.